Marilenca Bailey Jáuregui
2006
Breath, breath in the air,
don’t be afraid to care…
Pink Floyd
La respiración es la pulsación básica de la vida, de hecho nos dice si un ser está vivo o muerto. Es la expansión-contracción básica del cuerpo. Es la base de la experiencia de vivir, del placer y del dolor. Un cuerpo sano y vibrante respira con profundidad, da y recibe. En un cuerpo enfermo o con detenimiento en su desarrollo (psicológico o físico), la respiración es pobre de manera crónica, causando una tensión muscular también crónica. Esta es la contraparte física del conflicto emocional. Las limitantes que tenemos en la respiración determinan el detenimiento o falta de contacto con nuestros sentimientos presentes. Respirar es sentir. Respirar carga nuestro organismo, lo actualiza, limpia y conecta. Respirar profundo es estar muy vivo. Los problemas clásicos de respiración pobre tienen que ver con síntomas como la depresión, irritabilidad, ansiedad, fobias, fatiga, falta de concentración y problemas sexuales, entre otros.
Si respirar es estar vivo, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo hacerlo bien y de manera natural? Como nos da miedo sentir lo que sentimos, detenemos el funcionamiento natural de la respiración. Generalmente lo hicimos en el pasado para sobrevivir, y funcionó o “nos salvó de sentir” y ahora lo hacemos de manera crónica. Aunque la respiración es un proceso instintivo, natural y automático, muchas veces está coartado, lo que ayuda a que tengamos muchos padecimientos, que a su vez causan más detenimiento respiratorio. Es el ciclo de la neurosis y del sufrimiento en general. Cuando nuestros estados de ánimo y mental varían, se refleja en nuestra respiración.
Una fuerza vital cósmica rodea y penetra toda condición y átomo; esta fuerza vital puede ser dentro de nuestro cuerpo cuando respiramos apropiadamente pero no es el mero acto de respirar al que aspira esta fuerza vital cósmica en el cuerpo humano. A esta fuerza vital cósmica se le llama prana, o espíritu de Dios, que no es sólo oxígeno, es parecido a lo que da vida al oxígeno, su fuerza vital. Para los yoguis, el tomar conscientemente prana y hacer un trabajo de ello, es pranayama; entonces al aire que respiramos es prana, es decir, energía de vida o fuerza vital, infiriendo que el aire es energía que da vida.
Diversas tradiciones han desarrollado técnicas específicas de respiración para ponernos en contacto con la dimensión espiritual. Dependiendo de la historia de cada uno, de su carácter, algunas personas inhalan más de lo que exhalan, y otras exhalan más de lo que inhalan. Hay quienes se detienen mucho tiempo entre la inhalación y exhalación y otras que respiran sin detenerse para nada. Sin embargo, es importante que haya un equilibrio en nuestra respiración: entre tomar y dar, que establezcamos un patrón estable de respiración dinámico que nos cargue y descargue y así nos conecte con la vida.
En la psicoterapia humanista corporal, trabajamos mucho con la respiración de varios tipos, logrando diferentes efectos con el fin de ampliar la consciencia y tener mayor claridad interna haciendo “más espacio interior” para habitarnos.
Diferentes doctrinas utilizan el control o conteo de la respiración para entrar en estados de calma y de contacto interno profundo. No en vano aliento o respiración en latín se dice spiritus, y es que al respirar conscientemente por un determinado tiempo, entramos en contacto con el Espíritu.
Las antiguas culturas tenían un gran respeto por los estados no ordinarios o alterados de consciencia que se obtenían a través de la respiración; eran instrumentos eficaces para conectarnos con realidades sagradas, con la naturaleza y con los demás, también eran empleados para detectar enfermedades y curarlas. Eran fuente de inspiración artística y vía de acceso a la intuición, y lo siguen siendo. Parece que mucho del material inconsciente, mucho de lo que no sabemos de nosotros y del universo, puede ser conocido a través de ella.
Para Lowen, ésta nos permite entrar a la “identidad funcional” que es el espíritu-cuerpo. La relación entre respiración y movimiento es muy estrecha, y como veremos, la de éstos con los sentimientos es aún más. El stress provoca que dejemos de respirar, la calidad de la misma está muy relacionada con la consciencia y con la calidad de vida. Necesitamos reconectar con lo que sentimos y establecer un ritmo actualizado de respiración. A veces apoyamos este trabajo de respirar con más libertad, con el sonido; esto es para entrenar al tímpano a escucharnos mejor, literalmente, y para promover más movimiento en el tórax y pecho y así saber lo que sentimos. Lo que es un hecho, es que si respiramos mejor y más amplia y equilibradamente, sentiremos con más precisión nuestras emociones. Vale la pena aclarar que no basta con respirar más equilibradamente una o dos veces, es necesario acostumbrar al organismo a hacerlo de manera cotidiana.
La pulsación de la respiración tiene un ritmo en cuatro partes: contracción, expansión, y los dos espacios en que detenemos un poco en medio de estos. Al inhalar, todo va de la periferia al centro, se contrae y nos apegamos, obtenemos; tomamos del mundo para nosotros y recibimos, hay un esfuerzo muscular. Cuando tenemos el aire adentro estamos en control, seguros, creando el ego, separándonos e individualizándonos; sostenemos y controlamos las sensaciones y emociones, se pueden poner límites. En la exhalación hay relajación, la energía va de adentro hacia afuera, damos, devolvemos, nos unimos con el afuera. Si hacemos una pausa después de haber exhalado, podemos tener un orgasmo con más facilidad, igual que vibraciones y movimientos involuntarios, los límites se borran, y nos abrimos más al mundo. Al hacerlo comprobamos que los límites son falsos, y que somos uno de verdad con el Todo.
Por lo general, diversos autores hablan de dos tipos básicos de respiración: la abdominal que requiere menos esfuerzo muscular ya que no hay costillas en el abdomen, y la torácica que como requiere trabajo de músculos, es más difícil. Si respiramos más de la cintura para arriba, los sentimientos del corazón son más fácilmente aceptados, los eróticos y sexuales no tanto, ya que no pasa mucha energía a la pelvis. Si la respiración es principalmente abdominal, las sensaciones de la pelvis están más vivas, quizá no haya problemas sexuales, pero el corazón es de más difícil acceso.
Algunos de los principales métodos para trabajar la respiración son:
1. Respiración orgonómica de Reich. Se trata de descubrir cuál es la tendencia en nuestra respiración y su relación con los segmentos. Se necesita suavizar el pecho para que puedan aparecer movimientos involuntarios en la pelvis o de desbloqueo de segmentos específicos y expresión de emociones.
Por los problemas predominantes de su época, a Reich le interesaba restaurar la potencia orgiástica con la respiración, sin embargo en la nuestra, la frigidez y la histeria los más comunes, sino el SIDA y la soledad; la historia de la mayoría de pacientes no es de sobreprotección, control y represión autoritarias, sino mayormente de abandono, entonces lo que tratamos de restablecer es la consciencia plena del cuerpo y el bienestar integral del cliente, no sólo su capacidad orgásmica, sino también sus emociones, pensamientos y capacidad transpersonal a través del cuerpo.
2. Grito Primal. Arthur Janov utiliza la hiperventilación para entrar en estados de cierta tensión y desde ahí emitir el llamado a la madre/padre, desde el anhelo profundo no expresado. No es una técnica muy usada ya que no ha mostrado muchos resultados en pacientes.
3. Renacimiento (Leonard Orr). Se llama así porque este tipo de respiración lleva a veces a los pacientes a tocar experiencias del nacimiento y a revivirlas. Con el tiempo ya no es sólo una técnica para revivir el nacimiento, sino que permite que el cuerpo-mente vaya al lugar mnémico que necesita ir. Muchas veces la persona accesa a otras vidas, yendo a un inconsciente colectivo más amplio en espacio-tiempo, a un holograma más amplio y real que el que vivimos a diario, es decir, entra en experiencias transpersonales que muchas veces transforman la perspectiva de vida.
4. Respiración Holotrópica (Stanislav Grof). El trabajo holotrópico comenzó con el uso del LSD y el seguimiento a los pacientes que lo usaban. Para legalizar los estados alterados de consciencia y poder seguir trabajando, en los años 60 se creó la psicología transpersonal, en California. La idea es ir hiperventilando y aliviando los lugares físicos de tensión, y ayudar a entrar y soltar los episodios dolorosos emocionalmente, buscando el acceso a lugares placenteros o experiencias místicas, llegando a percibir el orden implicado al que se refiere David Bohm, como ese lugar inaccesible a nuestros sentidos comunes.
Grof distingue varios niveles en la etapa perinatal. Al trabajar con la respiración la persona conecta con estadios o memorias que están alrededor de su momento de nacimiento, en el útero, durante el nacimiento, o tiempo después. Hay emociones como ansiedad, impaciencia, agresividad biológica y desesperada para sobrevivir, ahogo y dolor físico, sentimientos típicos del proceso de nacimiento. Se pueden relacionar etapas arquetípicas en esta parte como gente en la cárcel, sentirse atrapado, necesidad de liberarse a través de personajes míticos, etc. Es como si la lucha por sobrevivir que tiene el todavía feto, lo uniera a otros seres que han atravesado una experiencia.
Existen cuatro diferentes pautas experienciales llamadas matrices perinatales básicas, relacionadas con uno de los cuatro periodos del parto biológico:
1. Primera matriz básica: Universo amniótico.
2. Segunda matriz básica: Opresión cósmica o sin salida.
3. Tercera matriz básica: La lucha por la muerte y el renacimiento.
4. Cuarta matriz básica: Abandonar el cuerpo de la madre.
Cada una de estas etapas tiene características biológicas, psicológicas y arquetípicas especiales y concretas.
5. Biomnémica. Cenobio Martínez descubre que a través de la respiración y de la repetición de algún mantram personal, se puede conectar con cierta sencillez con estados regresivos que llevan a ver el lugar o situación de origen de dicho mantram.
Este alarmógeno se tiene como disparador en la actualidad y causa estados de ansiedad en la vida cotidiana de la persona; al trabajar el origen del mantram o creencia detenedora, deja de tener el efecto de comando emocional y sensorial, y ya no causa ansiedad.
Es muy importante conocer todos los detalles de la historia del paciente para hacer un trabajo no riesgoso, las experiencias transpersonales deben ser integradas de manera sana y oportuna y tomar en cuenta que cada persona puede manejar cierta cantidad de energía y consciencia. Es un proceso paulatino que no debe empujarse, lo importante es que la persona procese la experiencia y la integre. Lo que nos interesa en cualquier tipo de trabajo respiratorio es la persona como totalidad, no la experiencia en sí; el fruto del desarrollo, no la experiencia aislada. La experiencia transpersonal es entonces la percepción de una realidad no ordinaria que tiene consecuencias que hay que trabajar, y lo hacemos con el respeto y la empatía que caracterizan a la psicoterapia humanista corporal.
Creemos, como decía Reich, que la vida puede tener trampas materiales o místicas. La vida ocurre cuando la energía y materia pulsan juntas, si la materia impera sobre la energía ésta es mecanizada, una trampa materialista (muchas psicoterapias están ahí). La trampa mística ocurre cuando la energía impera sobre la materia y la persona se comporta como si no tuviera cuerpo (muchas psicoterapias están en ese lugar), y se desarraiga con el pretexto de la vida pseudo espiritual.
Nosotros proponemos hacer un trabajo integral que flexibilice la relación entre materia y energía para ampliar la consciencia con seguridad. El trabajo de respiración tiene como objetivo tener más contacto con la vida, integrar cada vez mejor energía y materia. El objetivo es abrir los bloqueos, ver los conflictos y lograr reconectarlos con estados transpersonales, con ese todo holográfico que nos hace empezar a entenderlo. Diferentes tipos de respiración funcionan mejor para diferentes personas. Lo importante es restablecer la conexión con la consciencia de que somos un microcosmos que contiene y refleja al macrocosmos.
Formas de Respirar en Diferentes Psicopatologías
Los diferentes mecanismos de defensa de cada tipo psicopatológico humano tienen su forma particular de respiración. Las patologías que más déficit o tensión tienen en su inhalación incluyen los estados ansiosos en diferentes presentaciones: histéricos tensos, depresión ansiosa, y el tipo anal rígido compulsivo que retiene sus emociones y sensaciones aguantando la inhalación. Como la inhalación ayuda a la separación-individualización, todo tipo de problemática simbiótica y de codependencia o dependencia excesiva tiene que ver con problemas en la inhalación. El carácter oral tiene la incapacidad de inhalar suficiente y con constancia y se conecta a la respiración muy superficialmente. Como el metabolismo es lento, la respiración circular ayuda mucho ya que no hay tiempo para descansar. Sin embargo, este tipo de respiración no hay que utilizarla en tipos cardiacos ni epilépticos.
El carácter esquizoide está atorado en el vacío que hay después de exhalar, lo mismo que algunos carácteres borderline. Hay que practicar la respiración circular e intentar retener el aire dentro en la base de los pulmones antes de exhalar para poder empezar a confiar y arraigarse. La idea es enseñarlos a llevar un nivel de energía al ombligo (inhalando) y dejarla ahí (guardarlo) y seguir respirando. Aprender a tener reserva, fe; ayudar a quedarse con cosas dentro, controlar impulsos, generar límites, en vez de circular la mayor parte del tiempo con el vacío que le sigue a la exhalación.
Los carácteres fálicos (psicopáticos y narcisistas) llenan su pecho (orgullo, ego y fuerza), también Io hacen los psicosomáticos tipo A, quienes son las personas más propensas al ataque cardiaco por tanta tensión crónica en el pecho. Para ellos se recomienda la respiración orgonémica, ya que tratan de evitar la respiración abdominal. Todos los carácteres más sobre-expresivos tienen mayor energía con qué funcionar pero la inhalación está debilitada. No pueden quedarse con nada, tienen que soltarlo todo y sobreactuarlo. También hay algunos histéricos y carácteres orales activos que sostienen la exhalación más de lo normal. Al hacerlos sostener el aire más de lo que acostumbran, saldrán emociones que se han evadido.
El masoquista sostiene el aire en el abdomen y la presión está en el ombligo. Se traga las emociones (estómago) en vez de expresarlas. Claramente le cuesta trabajo exhalar. Hay una parálisis en la contracción del abdomen, es decir, está muy duro y fuerte. Cuando el diafragma se contrae, se aplana y presiona el abdomen respirando mejor, y la persona se abre más al mundo. Se recomienda la respiración orgoneémica y circular.
Cuando vemos que hay un problema de ansiedad, tenemos que ayudar a que el paciente inhale de manera más completa. La respiración circular se recomienda para personas con falta de control de impulsos o abuso de sustancias que son usadas para controlar las emociones, ya que restaura la sensación de arraigo y de control.
Si hay una relación empática, las dos o más personas respiran el mismo aire y posiblemente de manera no propositiva, lo hacen de la misma manera, por eso es más fácil que haya un vínculo; lo mismo sucede en un grupo unido. Entender profundamente a otro es respirar como él en ese momento.
Las parejas con problemas sexuales, es importante que aprendan primero a hacer juntos la respiración abdominal por mucho tiempo, acompasándose, encontrándose a través de la respiración compartida. Uno inhala y el otro exhala y viceversa, por mucho tiempo. Si hay eyaculación precoz, se recomienda la respiración intensa y lenta. Para la frigidez, es importante aprender a exhalar con más énfasis y por más tiempo de manera relajada.
Los asmáticos empujan la exhalación en vez de permitirla suavemente, por lo que necesitan aprender a exhalar completo, suave y lento; lo mismo pasa con los paranoides que tienen esa mezcla de rabia-miedo tan común. La rabia es la expansión excesiva, y del miedo a la contracción. Tienen que respirar lento y suave sin resistir.
Vemos entonces que la respiración es el vehículo para atravesar el puente entre lo conocido y lo no conocido, entre consiente e inconsciente. De esta manera, la respiración puede transformar la experiencia de dolor en crecimiento, de manera que podamos trabajar más a fondo el carácter y conectarnos con el Ser Superior. Cuando respiramos con consciencia la mente ya no dirige la experiencia sino que la sigue. El trabajo a través de la respiración es elegirlo y seguirlo sin saber a dónde nos lleva, es confianza plena en la sabiduría organísmica. Entonces se pueden experimentar sus movimientos, rendirnos a su inteligencia al saber lo que el cuerpo va necesitando.
Si realmente hacemos la conexión entre cuerpo y respiración y la practicamos, entenderemos sus aplicaciones. La respiración, por lo tanto, es el vehículo que une al cuerpo físico y sus sensaciones con nuestra dimensión espiritual. Los psicoterapeutas, al guiar la experiencia del paciente o del grupo, sostenemos y cuidamos esta ampliación de consciencia.
Bibliografía
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